Nuestros Smartphones han conseguido lo que durante cientos de años ha intentado el poder: aislarnos, cegarnos, ensordecernos y hacernos mudos. Si no esta la pantalla, no existe. Es más importante lo que sucede en las redes sociales que lo que tenemos ante nuestros ojos. Nos controlan pese a que creemos controlar, nos vigilan, nos convertimos en presas, somos estadísticas de consumo, conejillo de indias. Este proyecto se realizó en China, lamentablemente podría haberse realizado en cualquier parte del mundo. Almurabi 2014

















